Este vídeo se cuenta la increíble historia de cómo los padres de Zachary Tucker, un niño de 9 años con Autismo se ven con la necesidad de acudir a la prisión de Colorado para ayudar a su hijo. Los padres ya estaban desesperados, Zachary se encontraba en un punto en el que no dejaba que lo tocasen, tenía miedo, lloraba… Su familia decidió comenzar a llevarlo los fines de semana a la prisión donde los presos tienen permitido entrenar a perros de refugios para convertirlos en perros de servicio. Y es aquí donde aparece Chris Vogt, un hombre que fue sentenciado 48 años por ayudar a matar a un hombre.
Chris comenzó a entrenar a perros dentro de su celda y poco a poco a través de la lectura logró entrenar a los perros para ayudar a niños con autismo, ya que por lo general se entrenaban a los perros para personas ciegas y sordas.
Zach comenzó a ir a prisión a trabajar con Chris bajo la supervisión de los guardias, trabajaban con un perro que especialmente estaba entrenado para saber cuando aumentaba la ansiedad de Zach, y así poder intentar cambiar su humor. Poco a poco Zach comenzó a controlar su humor y a socializarse con otros niños, algo que antes nunca había hecho. La familia nunca antes pensó encontrar esta ayuda en prisión.
Además en el vídeo se aprecia como Zach llega a mostrar afectividad por Chris, algo que por lo general a este tipo de niños les cuesta demostrar.
Esto es una evidencia más de que los perros pueden llegar a ser una de las mejores terapias para los niños/as con Autismo. No hay que olvidar que aunque nos centramos en ayudar y beneficiar al niño, en este caso hemos visto dos grandes oportunidades más, una de ellas es la de darle una oportunidad a una persona condenada por cómplice de asesinato a buscar una forma de ayudar a los demás y sentirse mejor consigo mismo, ya que en el vídeo se aprecia como se emociona al expresar que Zach o niños que vienen a trabajar con él no lo ven juzgan como un asesino, ; y por otro lado es darle un hogar, un objetivo a perros abandonados que se encuentran en refugios. Este tipo de acciones son muy importantes ya que ayudan a la comunidad: Un preso que recibe una oportunidad de reinsertarse, un perro que recibe un nuevo hogar y compañía, y un niño que aprende a llevar mejor su trastorno.
Hay que destacar que en la publicación anterior, se expresan todos los beneficios que hay al practicar terapia canina, que son beneficios tanto educativos, como psicológicos y psicomotores.
Esto es a lo que se dedica la empresa de Eskily, a entrenar a aquellos perros que se encuentran en refugios para así darles una nueva forma de vida, para ayudar a niños/as con Autismo o con Síndrome de Down a mejorar sus trastornos, a facilitarles la vida…
Si todos los perros tuvieran un objetivo ya sea como animal de compañía o de servicio, no existirían perros abandonados.
Hay que pensar que estos perros y tipos de terapias pueden ser muy útiles para aprender y motivar a este tipo de niños/as, los perros son capaces de transmitir seguridad, captan su atención, lo que genera interés, ayudan a mejorar el estado de ánimo/humor, fomenta en cierto modo el contacto social y físico (con esto me refiero que por ejemplo, muchos niños/as con Autismo rehuyen de cualquier contacto físico, pero en ocasiones se ha visto cómo se acercan a los perros para acariciarles.), sobre todo sirven de apoyo ya que se genera un vínculo de apego entre el niño/a y el perro. El perro sirve como estímulo mental para el niño proporcionándole cariño, confianza, risas…
Sí para todos nosotros que tenemos a lo mejor mascotas en casa, nuestro perros nos proporcionan infinidad de sensaciones y/o sentimientos que son beneficiosos, imagínense a estos niños/as que les ayudan y facilitan el desarrollo del día al día.
Alfonso Soto. (2015, 10, 21). Regalo desde la prisón cambia la vida de un niño. [Archivo de vídeo]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=9EwkTjXxQRQ